A pesar de las preocupaciones de que la presión del agua y otros tipos de estrés promoverían la aparición de la cefalalgia, los buzos profesionales tendrían menos dolores de cabeza que otras personas saludables.
Andrew M. Seaman | En la revista Headache, un equipo de Italia publica un estudio en el que comparó la cantidad de ataques de cefalea en 201 buzos profesionales y en un grupo de control conformado por hombres saludables que no buceaban.
Los buzos eran un 30 por ciento menos propensos que el grupo de control a tener cefaleas y cuando eso ocurría, tenían menos dolores de cabeza por mes.
Los resultados pertenecen a una muestra pequeña, pero su autor principal, el doctor Roberto Di Fabio, considera que permitirán definir cómo el buceo afecta a quienes lo practican profesionalmente.
Di Fabio consideró que el estado de salud general de los buzos podría ser un motivo por el cual tienen menos dolores de cabeza, o bien que el buceo brindase algo de protección.
"El ejercicio ayudaría al cerebro a resistir mejor el estrés y evitar que hasta un estímulo suave dispare migrañas. Por lo tanto, bucear y hacer otros deportes aeróbicos reduciría la cantidad de esos ataques de dolor de cabeza", dijo Di Fabio.
La presión del agua profunda pone en riesgo a los buzos. No poder ascender o descender adecuadamente puede causar lesiones en los órganos vitales a medida que los gases internos se comprimen y descomprimen. El uso de técnicas de buceo inadecuadas favorece la formación de burbujas en la sangre, que también se conoce como "mal de presión".
Los buzos sufren ciertos cambios estructurales en la materia cerebral y algunos desarrollarían pequeños coágulos en los vasos cerebrales por el estrés físico del buceo.
El equipo de Di Fabio reunió a 201 buzos del Departamento Italiano de Bomberos y Rescate y un grupo de control de la misma edad que nunca había buceado.
A ambos grupos se les hicieron exámenes neurológicos y los participantes registraron durante un año las cefaleas tensionales y las migrañas con o sin aura.
Durante el estudio, el 22 por ciento del grupo de control tuvo dolores de cabeza, comparado con el 16 por ciento de los buzos profesionales. Asimismo, los buzos que tuvieron dolor de cabeza presentaron menos episodios por mes que el grupo de control.
La cantidad de participantes con migraña fue baja en ambos grupos (el 4,5 por ciento de los buzos y el 8 por ciento del grupo de control). Las cefaleas tensionales fueron un poco más comunes: en el 10 por ciento de los buzos y el 13,5 por ciento de la cohorte de control.
Di Fabio dijo a Reuters Health que no se pueden generalizar los resultados a otros buzos, como los aficionados.
"Los buzos profesionales trabajan en ambientes estresantes y tienen alto riesgo cerebrovascular, dos condiciones que favorecen la aparición de la cefalalgia", concluye el equipo.
"Un estudio longitudinal revelaría si el buceo actuaría como un factor protector en la aparición de las crisis de cefalalgia", añadieron los autores.
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